Proverbios 3:11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección;
En realidad, no es posible disfrutar cuando somos disciplinados. De hecho, la Biblia dice que «ninguna Disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza”. Ni siquiera la gracia de Dios en nuestro corazón puede eliminar el aguijón de nuestra disciplina. Por tanto, no se espera de nosotros que la disciplina nos guste. Pero so nos dice que no debemos despreciarla. Esto quiere decir que deberíamos aceptarla sin murmuración, sin queja y con reverencia, como un mensajero de Dios para nosotros que trae una bendición.
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Al llegar la disciplina, debería ayudarnos a aceptarla el recordar que es la disciplina de Nuestro Padre. Él no se deleita en causarnos dolor, ni tan siquiera nos disciplinaría si no fuese bueno para nosotros de algún modo.
No deberíamos menospreciar nada de la instrucción que nuestro Padre nos da, por muy costoso y doloroso que sea. Él permite que suframos porque nos ama, y quiere que nuestras vidas sean hermosas y santas. Deberíamos estar dispuestos a soportar el dolor o las pruebas para tener la semejanza de Cristo en nuestra vida.
-J. R. Miller
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